Me pediste entre lágrimas que por nada del mundo dejara de escribir, que lo
hiciera por ti, pero, sobre todo por mí. Que soñara como siempre lo echo, que
me mostrarse tal y como soy y no me avergonzara de lo que puedan pensar lo demás
sobre mi. Que realmente te sientes afortunado de decirme que valgo mucho, porque eres de las pocas personas que tiene el
placer de conocerme realmente, tal y como soy. Tuviste el detalle de conocer el
por qué de muchas cosas mías, el por qué, de porque me muestro así, pienso o actuó.
Admiro que hay día de hoy tengas las mismas o quizás muchas mas ganas de seguir
conocimiento o compartir el día a día conmigo, que a pesar de todo lo que has
llegado a descubrir sobre mi sigues estando ahí haciéndome crecer como persona.
Me recalcaste una y otra vez que por favor no dejara de
escribir, de dejar este mundo que poco a
poco voy creando con mi imaginación y mis sentimientos, donde me puedo liberar
y ser feliz, dejando atrás los sin sabores que trae consigo la vida. Que también al igual que a ti hago feliz a
mucha gente cuando se paran un momento a compartir mi mundo. Y si, he darte la razón
escribir me abre la puerta a otra dimensión, donde puedo decir verdaderamente
lo que pienso y siento y como tú bien me dices me sirve de terapia y de
fuga.
Te has convertido a día de hoy criatura en una de las personas más
importantes con las que comparto mi vida, esta vida que como tú dices debo
exprimir al máximo, porque ves que no me
atrevo del todo a soltarme, a quitarme estas cadenas imaginarias que me rodean
y me atan. Cierto es que mis miedos e inseguridades me acompañan y cada día están
más presentes y son más fuertes. Intentas que eso no sea así, haciéndome caer
en razón, hablándome, todo para que me de cuenta de que soy lo suficientemente
fuerte, aunque no lo quiera ver, de poder seguir para adelante yo sola, de
poder gritar al mundo yo estoy aquí y ocupar mi lugar, de decir adiós a esos
miedos que me atan y no me dejan disfrutar y exprimir la vida. Eres mi pepillo
grillo, eres la voz de mi conciencia, la que me da ese empuje cuando mas lo
necesito, él que me dice que no abandone ahora, que luche, que demuestre todo
lo que valgo.
Crees en mí, me haces ver la vida de otra perspectiva de la cual no me preocupa
tanto esas tonterías que ruedan por mi cabeza a cada momento. En este tiempo te
has dedicado exclusivamente a pensar en mí, a preocuparte, a intentar mejor mi
vida haciéndola que sea un poco más fácil y más maravillosa.
Mirare siempre hacia adelante porque hacia atrás nunca hay que mirar como tú
dices, que lo echo, echo esta, que mientras uno va caminando sobre la vida hay
que mirar con la mirada hacia delante , al frente, y nunca mirar hacia abajo, porque abajo solo
miran los cobardes y solo se encuentran las derrotas que hemos dejado. Hay que mostrarse fuerte porque en realidad el
poder siempre lo tiene uno mismo. Haces que crezca como persona y eso es buena
señal.