Si era ese mismo lugar donde fui amada, besada, donde tus caricias jugaban con mi piel. Tu aliento me hacia revivir llegar a los mas alto. El calor de nuestros cuerpos entrelazados hacia la pasión mas intensa, salvaje como los besos que me dabas. Tus dedos sigilosos corrían por mi espalda buscando el agarre perfecto para que no me fuera.
Era un regalo el susurro dulce que regalabas a mis oídos. Cuando tu voz entraba por ellos estremecía mi cuerpo, latía mas deprisa mi corazón unido al tuyo como si fueran solo uno.
Aquella noche fuimos esclavos del placer del delirio, fuimos amantes del deseo que yo busca de ti y tu de mi. Fuimos el fuego que ardió en la noche.
"Fuimos el fuego que ardió en la noche"...bonitaaa fraseee :)
ResponderEliminarLauu.!