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Alexandra & Jesús

Toda la historia de Alexandra y Jesus
Próximamente sera publicado todos los capítulos que hay hasta el momento.

¿Quieres enterarte de que va?
Alexandra es una chica viva, valiente, atrevida, guapa que se enamora de amor de su vida, Jesus, un chico guapo, algo introvertido, y con situacion social mas alta  que Alexandra.
Los dos viven su historia de amor, en un verano inolvidable para ellos.
Pero con el paso de los años, y una vez que cada uno tiene que hacer planes para el futuro, Jesús se deja influenciar por su madre, esta hará que estos dos enamorados ponga fin a su historia.
Jesús, logra casarse con otra mujer que no es ella.
Y ella decide huir, y dejar todo su pasado en Madrid, para irse a empezar una nueva vida en Barcelona.
Donde vivirá mas aventura, y donde encontrara por cosa del destino a Jesús de nuevo.
Descubrirán nuestros protagonista que hay amores que no mueren que solo habitan durmiendo dentro del corazón.

Te interesa saber que pasara entre Alexandra y Jesús,
pues proximamente se publicaran nuevos capitulos.


Capitulo 1
Su mano haciendo leves movimientos mientras que acariciaba al aire que rozaba contra él.  Se encontraba nervioso y ansioso por llegar de una vez por todas al pueblo, donde le iba esperar un verano lleno de sorpresas y donde conocería al amor de su vida.
Jesús un chico de diecisiete años, alegre, simpático, educado, tímido y muy reservado, amante de la música, le encanta tocar el piano,  y la guitarra eléctrica donde demostraba tener ese punto  alocado. Tenia el pelo castaño claro, algo largo, unos ojos marrones que le caracterizaban.
Era el niño de mama, solo su madre tenia ojitos para él, quizás porque era el único hijo varón de la familia ya que él tenia tres hermanas mas.
Todos los veranos pasaban algunos días en el pueblo de su padre, visitando a la familia. Para él era muy importante rencontrarse con sus queridos abuelos, y también volver a ver sus primos que como él, todos lo veranos  dejan las ciudades de donde vivían e iban a rencontrarse con los suyos.
Jesús  tenía un amigo muy especial, Santos. Santos es todo lo contrario a Jesús, es bonachón, más de pueblo y algo salvaje, directo, poco vergonzoso, muy alocado y divertido. Su pelo moreno y corto. Al igual que Jesús los dos tienen diecisiete años. Santos es un rompecorazones y lo que Jesús no sabe es que dentro de nada será igual que su amigo Santos un rompecorazones innato o no.

Una tarde de verano
El tío de Jesús, Víctor, se decidió a llevar a sus hijos y sobrinos al pantano del pueblo. Ahí  Víctor les explico  todo lo que tiene que hacer para pescar. Una vez que empezaron a pescar Jesús se separa un momento del sus primos, y camina sobre la orilla en busca de un lugar mas tranquilo para pescar, de camino se rencuentra con Santos. Después de un año se vuelve a ver, algo mas cambiados los dos, normal a estas edades. Mientras que ellos hablan tranquilamente se acerca a ellos una joven, de pelo moreno, ojos verde aceituna, muy guapa.
-Santos, nos vamos ya. Dijo la joven
- Vale Alexandra
- He dicho que nos vamos ya, mama esta desesperada
- Te quieres esperar que me despida de un amigo
- Esta bien, pero date prisa, dijo Alexandra con una suave sonrisa y mirando de reojo a Jesús.
Mientras que ella se aleja, la mirada de Jesús esta ausente, perdida, quizás este en los andares de aquella joven, que desde que su voz sonó, algo ha cambiado en él.
-¡¡Jesús!! ¿Estas ahí? Dice Santos algo preocupado.
A los pocos segundos Jesús por fin reacciona.
-Siii, perdona, es que estaba pensado. Miente.
- Me habías asustado, jajaja.
-¿Era tu hermana?
-Sii, mi querida hermana Alexandra
- Es muy guapa, no tiene nada que envidiar a su hermano jajaja
- Jajaja, claro, por cierto, ¿no te gustara?
- A mi que va, como me va a gustar.
- No se, como te has quedado así, cuando las visto, si quieres mañana te la presento, ahora me voy no quiero que venga otra vez, que si no se te cae la baba.
- No digas cursiladas, y encima a ti fue al primero que se te cayo la baba cuando conociste a mi hermanas, jaja, anda vete, mañana nos vemos.

De camino donde se encontraba su tío y el resto de la familia, Jesús no puede dejar de pensar en ella, ¿Qué es lo que tiene esa joven,  y ha despertado en él? No puede quitarse ni un segundo  de encima su voz que le persigue, sus andares, sus ojos cautivos, su melena morena. ¿Quizás Santos tendría razón, y le gustaba su hermana?

Aquella noche Alexandra no  puedo dejar tampoco de pensar en aquel chico que es amigo de su hermano, y que le ha robado tanto tiempo en su mente desde que le ha conocido.  Ella que es muy decida y directa, le pregunta a su hermano sobre él. Quiere saber como se llama, que hace por aquí, desde cuando son amigos, todo de él.
Mientras que Santos iba contestando al interrogatorio de su hermana, se iba dando cuenta de la sonrisa de su hermana que se asomaba  silenciosamente y del brillo de sus ojos, se dio cuenta que su hermana se había pillado por Jesús.
-Bueno ya sabes todo lo que querías saber. Dijo Santos
- Gracias hermanito
- ¿A dónde vas, tan deprisa?
- Que quieres
- ¿Qué ahora te toca a ti responderme a mi?
- ¿Yooo?
- Haber Alexandra, todo esto a que viene, no me mientas, que yo no soy tonto.
- No por nada, es que no conocía a tu amigo Jesús, y me interesado. ¿No cuela verdad?
Santos hace un gesto hacia su hermana como que no cuela
-Vale, me gusta tu amigo Jesús, es guapísimo, y se ve que es buena persona.
Santos echa una carcajada afirmando lo que se suponía.

Capitulo 2
Al día siguiente
Nervioso, Jesús se decide a salir a la calle para rencontrarse con Santos que le espera en la plaza. Sabe que conocerá, y que podrá hablar directamente con Alexandra, y el simple  hecho de pensarlo hace que se le acelere el corazón.
-Ahí llega el enamorado. Dice con ironía Santos.
-¿Qué dices? No digas tonterías.
-Venga Jesús, lo vas a seguir negando, a ti te gusta mi hermana.
Jesús baja la cabeza y se pone sonrojado.
-Vale con eso me lo dices todo. Dice Santos. Bueno estas preparado para ir a mi casa, no hay nadie, tan solo estar mi hermano Juan y mi hermana Alexandra. A mi hermano ya le conoces y no hay problema, y mi hermana también a osea que no te puedes  rajar  al entrar a mi casa y ver a mi hermana;  seguro que se alegra de verte.
Santos llama la atención de Jesús con lo último que ha dicho, y es que Santos es el único que sabe que su amigo y su hermana se gustan.
-Enserio tu crees, que se va alegrar
-Por que no. Hay Jesusito que te veo dentro de unos años casada con mi hermana, jajaja
-Anda no exageres, que eres muy exagerado
-Parece mentira que no me conozcas, con lo salado que soy.
Llegan a casa de Santos. Santos conduce a su amigo al salón donde esta su hermano Juan.
Santos le dice a Jesús que espere sentado que va a la cocina a pillar algo para comer, y desde la puerta le hace un gesto a su hermano para que se salga de ahí. Una vez que ve que su hermano sale del salón, se va hacia el dormitorio de su hermana, donde se encuentra ella.
-Has visto mi anillo, ese que tiene una flor. Dice Alexandra
- Ni idea. Responde Santos. Quizás no este por aquí  y este en otro lugar
-Si puede ser, voy a buscar en otra parte
-Porque no le preguntas a Juan, que  él tiene muy buena vista jajaja.
- Si voy a ver si lo ha visto él.
Alexandra se dispone a salir de su habitación, va directa al salón donde se encuentra su hermano. Pero sorpresa él ya no esta ahí, esta Jesús, y ella no lo sabe.
Pasa por detrás del sofá donde se encuentra Jesús, sentado.
-Haber quítate de ahí, seguro que te has sentado en mi anillo. Dice mientras le empuja para levantarse del sofá.
Se da la vuelta él y ve que es ella. Ella se queda muda y sorprendía, que aquel chico no es su hermano sino es Jesús, el culpable de que haya perdido el anillo por pensar toda la noche en él. Ahora se acuerda de lo nerviosa que estaba,  y que no hacia otra cosa que quitarse el anillo y ponérselo, pero la última vez que se lo saco no se lo puso, porque fue cuando decidió ir a ver a su hermano, para preguntarle sobre Jesus.
-Uum, perdona, creía que eras mi hermano. Pronuncio tartamudeando Alexandra.
- Aaamm, no pasa nada. Dijo tímidamente Jesús.
- Bueno soy Alexandra, hermana de tu amigo Santos.
Le da dos besos. Sus corazones empiezan a latir aceleradamente y sincronizadamente.
-Encantado, me llamo Jesús.
-Bonito nombre, espero que no te haya parecido una salvaje, porque entre lo de hoy y ayer cuando llegue voceando a mi hermano.
Jesús se echa a reír, - No tranquila, solo pienso que eres muy graciosa.
- Y Que eres muy guapa, lo que pasa es que le da vergüenza, es tan tímido. Pero para eso están los amigos para ayudarse. Se escucha desde la puerta.
Santos entra al salón, él lo ha visto todo desde la puerta, su plan ha salido a la perfección.
Jesús le echa una mirada felina a Santos, y él sonríe.
-Bueno yo me voy, ya he encontrado mi anillo, dice Alexandra mientras se va despacio de la habitación.
-Espera un momento, quédate aquí un rato con nosotros hablando. Dice su hermano
-Esta bien, como el señorito ordene jajaja.
Ella esta feliz, de que su hermano le haya dicho eso, en realidad ella quería quedarse, quería observar mas cerca como era aquel chico, que había conseguido acelerar su corazón, y robarle la razón.


Capitulo 3

Como le encantaba perderse en  su sonrisa tan inocente, como le maravillaba sus ojos ahora que los tenia muy cerca, confirmaba que eran los más bonito que había visto.
 Lo que no sabía es que ella también le encantaba su sonrisa tan dulce, tan perfecta, su pelo castaño, su piel, cada detalle de él era perfecto para ella.

De aquel día surgió el amor entre los dos, pasado los días la confianza se afianzo en ellos, las sonrisas cómplices, las miradas llenas de pasión. Ella era feliz porque él estaba en su vida, y él era feliz porque ella formaba su vida. Cuantas tardes compartidas, noche cómplices de su amor, y cuantas madrugas sin poder dormir el uno y el otro, por pensar en ese amor tan real que existía.

Una de aquellas tardes
-Ven  conmigo, te quiero enseñar una cosa muy importante para mí. Dijo Jesús.
-¿A donde me llevas?
-Ya lo veras. Como bien sabes, me encanta la música.
-Si, y ¿Qué tiene ver la música, con donde me llevas?
-Mucho
¿Acaso me llevas algún concierto?
-Uff por casi lo adivinas, jajaja
-Tonto
Se dirigen a la casa de Jesús, donde un piano será el protagonista de los momentos próximos que van a vivir la pareja.
-Pasa, como veras esta es mí casa, la del pueblo
- Es muy bonita, me encanta. Exclamo ella
-Mira siéntate aquí, ¿vale? Ahora quiero que cierres los ojos
Ella los cierra, aunque no se confía demasiado.
Mientras tanto Jesús se sienta en su piano, respira hondo y empieza delicadamente a tocar las teclas del piano. Una dulce melodía empieza a llenar al silencio. Alexandra sonríe algo más relajada hasta que la voz de Jesús se mezcla con el sonido, entonces es cuando su corazón bombea más que nunca.
De momento la melodía se para, pero su voz sigue cantando la canción que ha compuesto para ella. Ella escucha que la voz se escucha más fuerte, que se va acercando, hasta que se para de repente por una buena razón, él a posado sus labios en lo de ella.
Un momento perfecto, una tarde inolvidable, un primer beso, lleno de amor y pasión, dulzura y tacto.
-Sabes,  la música se disfruta mejor si solo pones atención con un sentido.
- Creo que te has equivocado con dos. Replica ella. Cariño también se disfruta con el tacto, con el tacto de tus labios, de tus manos en mi cuerpo.
-Tienes razón jajaja


Capitulo 4
Aquel verano tan delicioso termino, pero no pudo terminar con el amor de ellos, aunque fuese en la distancia, algo doloroso. Ahora Jesús tenía una buena razón para venir mas a menudo al pueblo, y  es que su existencia era ella. Así pasaron los siguientes veranos, tan enamorados gozando de la compañía de Santos y su novia, hermana de Jesús.  Todo perfecto ¿verdad?, pero las cosas empezaron a torcerse cuando Jesús empezó su carrera en la universidad.
Su madre le exigía que se esforzara para llegar muy lejos, y que tenia que dejar las tonterías de ir al pueblo, que lo importante aquí era garantizarse un futuro y no perder el tiempo en amoríos. La presión que estaba sometido hizo que los días de Alexandra se convirtieran en amargos. Ella no entendía porque todo se estaba yendo a pique, que la armonía y el amor estaba desapareciendo, que el cada vez él se alejaba más. Jesús fue victima de la sociedad y quizás del tiempo; el tiempo nos hace cambiar porque hay personas que nos cambian y manipulan en algunas ocasiones durante el tiempo. No hacemos caso al corazón, sino a lo que dicen los demás, nos creemos lo que dicen los demás antes de lo que creemos y queremos nosotros mismos. Jesús esta apunto de cometer el gravísimo error de su vida, enamorarse de la persona equivocada. Y es que Jesús conoce a Miriam, una chica de su edad, inteligente, una chica que según su madre están hechos el uno para el otro, ya que son iguales.
Después de 3 años de noviazgo deciden casarse y es el momento de regresar, después de mucho tiempo al pueblo, para comunicar la noticia.
Jesús conduce hasta la casa de Santos. Por su mente pasa todo aquellos recuerdos vividos en aquella casa, todo esta efímero. Que habrá sido de ella, hace tanto que no la ve. Él tampoco ha querido preguntar durante estos años a Santos, que novio de su hermana fue varias veces a la ciudad. Piensa que es lo mejor que ha podido hacer, dejarla, son incompatible, y es poca cosa para el, su madre tenia razón.

Jesús baja del coche, se dispone a tocar el timbre de la puerta, pero duda unos instantes, al final consigue llamar. Sale Santos abrir.
-Hombre que sorpresa, no te esperaba verte por aquí, dentro de nada tenia pensado ir a tu hermana. Dice Santos.
- Ya, me imagino que es una sorpresa, pero venia para comunicarte algo que me imagino que ya habrás escuchado, toma. Jesús le da un sobre a Santos.
-¿Qué es esto?- Dice Santos, pero cae después de decirlo que es la invitación de boda.
-Bueno como ya sabrás me caso con Miriam, y quería decírtelo personalmente yo, antes que mi hermana te lo digiera.
Alexandra  lo ha oído todo desde la puerta, su cara lo dice todo.  Ahora sabe que ha perdido al amor de su vida para siempre, que otra se casara con el, que ella ya es insignificantemente en la vida de Jesús. Su alma esta destrozada, su voz ha muerto por un momento, y las lágrimas han resucitado de sus ojos, y ahora caen por su rostro, mojando su almohada.

Solo se pregunta porque ha ocurrido esto, todo era perfecto, un sueño. No busca culpables quizás respuesta que la tranquilicen y le hagan olvidar.

Después de unos meses Alexandra decide desaparecer de aquel pueblo que la ha visto crecer. Son demasiados los recuerdos y el daño que hacen ser recordados, que decide empezar una nueva vida lejos de aquí. No quiere estar para el día que el único hombre que amado, se entregue en cuerpo y alma a otro mujer.


Capitulo 5

Después de unos años.
-¿Te ha vuelto a pegar, es hijo de puta? Dice Agustín.
Ella se esconde debajo de unas gafas de sol
-Haber déjame verte el ojo, dice Agustín, quitándole las gafas a Alexandra.
Ella echa a llorar y se abraza desconsoladamente en los brazos de Agustín.

Agustín es amigo que necesitaba Alexandra, y que por fin tiene. Los dos trabajan en un bar de Barcelona. Con el paso del tiempo los dos pasaron de ser compañeros de trabajo a ser grandes amigos.  Ella se refugiaba en Agustín para contarle los maltratos que sufrió por parte del que era su novio Jose, que le maltrataba psicológicamente, y por ello decidio ella cortar con la relación. Pero Jose quiso darle un regalito por dejarle, y le propago una paliza.

Pasados unos días, la calma volvió en Alexandra, ya que Jose se fue de la ciudad, esto  ayudo a ella a sentirse mas tranquila. Ese tranquilidad también venia por parte de Agustín, que estaba a cada momento con ella, haciéndole la vida mas cómoda. Sin duda el se había convertido en la persona que mas había confiando Alexandra, en alguien irremplazable.

Una mañana, en Barcelona
Alexandra como todos los viernes, iba al supermercado hacer la compra para el fin de semana.
Seria otro viernes mas como venia siendo costumbre, pero precisamente ese viernes no iba ser como lo demás, algo especial iba a ocurrir. Algo dormido iba a despertarse dentro de ella.
Después de haber comprado todo lo que necesitaba, se dirige a la caja, donde pagara.
De repente un escalofrió recorre su cuerpo e  involuntariamente mira para tras y una milésima de segundo  es suficiente para ver que la persona que viene por detrás le resulta familiar, pues  es Jesús.
-Alexandra, eres tú. Dios como has cambiado, estas estupenda. Dice Jesús asombrado y contento.
-Hola Jesús, que casualidad verte por aquí, nunca me imaginaria que te pudiera haber encontrado por estos barrios.
-Jajaja, ya vez, me alegra mucho de verte de verdad.
-Yo también me alegro, Adiós.
Su cara lo decía todo, volvía a sonreír, se podía ver el sonrojado de sus mejillas, el brillo de su mirada. Su corazón volvía a latir con intensidad, pero ¿porque le pasaba eso?
Por un momento cree saber la respuesta, pues ha descubierto que  con el paso del tiempo hay amores que se olvidan, pero otros simplemente quedan dormidos en el corazón.

Él todavía no se cree que la ha visto, era ella, con su mirada, eso si algo apagada, pero radiante como siempre. Aunque ha pasado mucho tiempo, esta sintiendo lo mismo que sintió hace mucho tiempo. Anhela verla otra vez y no tiene miedo de lo que pueda suceder.

Y es que Jesús se encontraba en Barcelona por cuestiones de trabajo, iba estar 6 meses trabajando ahí.
Tuvo que dejar  Madrid, donde vivía con su mujer e hijos y partir a Barcelona, donde sin duda iba a vivir nuevas aventuras con Alexandra.


Capitulo 6
Se pasó toda la comida dándole vueltas a la cabeza, recordando una y otra vez el momento justo en el que sintió algo extraño alrededor suyo y le vio a él. Volvió abrirse una herida del pasado que creía ya cicatrizada. Era raro explicar como se sentí ella, pues sentía alegría, pero también dolor, una mezcla perfecta para sentir confusión, para querer y no poder.

Por la noche, aquel viernes.
La noche no había mas que empezado y Alexandra estaba ya agotada, pero no podía parar de trabajar, sabia que era uno de los fines de semanas mas duros de los que había tenido. La noche era algo agobiante por el bullicio de la muchísima gente  que se encontraba en el local.

Alexandra fue hacia la parte de la barra que estaba Agustín. Necesitaba que le ayudara con unas cajas de refresco, ya que se estaba agotando las que había. Cuando llego a la altura de Agustín, volvió a ver lo que quería ver y a la misma vez no,  Jesús.  Los dos estaban hablando como si se conociera de toda la vida y eso llamo la atención de ella.
-Agus, me puedes ayudar con unas cajas. Dijo Alexandra, algo nerviosa por la presencia de Jesús.
-Si claro, le dijo a ella e inmediatamente miro hacia Jesús y le dijo que enseguida volvía.
Por el camino Alexandra no se pudo contener y empezó con ironía e indirectas a hablar con Agustín.
-No sabía que eras un poquito mariquita o me equivoco y es que te quiere ganar la confianza de la clientela.
- Jajaja, no que va, aquel con el que me has visto es nuestro cliente estrella de la noche, bueno en realidad ya fuera coñas, es mi primo.
Alexandra sorprendía, no se creía lo que acababa de escuchar, ahora era cuando daba por cierto que el mundo es un pañuelo, y que el día hoy era de sorpresas, y el protagonista del día Jesús.
-Así que es tu primo, ¿hace mucho tiempo que no lo ves?
- Si bastante, y tenia muchas ganas de verle y a sido un sorpresa y no tan sorpresa que esta noche viniera aquí.
- Sorpresa y no sorpresa, que abstracto estas hoy.
-No será que tu no coges nada, bromea Agustín. No en realidad yo sabia que estaba en Barcelona, porque el no es de aquí, y yo le dije que porque no se acercaba una noche al bar donde trabajaba, pero no esperaba que hoy viniera a sido toda una sorpresa para mi.
-Anda coge la caja, que estará tu primo desesperado por verte jajaja

Cuando Agustín volvió a ir hacia donde se encontraba su primo. Jesús no se corto en decirle a su primo que si no le iba a presentar aquella chica que se le había cercado.
-Aquella chica es una amiga y compañera del curro. Dijo Agustín
-¿Y no es nada mas?- Pregunto Jesús
-No,  y además para que quieres conocerla si tu ya tienes mujer.
-Me vendría bien que me la presentaras no conozco aquí a nadie, solo a ti y además…. Yo y Miriam nos hemos divorciado. Dice Jesús haciéndose el serio.
- ¿Os habéis divorciadooo? En serio cuanto lo siento, no sabía nada.
-Sii, anda hazme el favor y que me sirva un cubata de ron con coca cola.

Agustín va hacia Alexandra y le dice que prepare un cubada de ron y coca cola y que se venga con él. Ella es inconscientemente no se da cuenta que ira otra vez a ver a Jesús, pues su mente en ese momento no hace nada mas que pensar en él.
De repente Agustín habla:
-Bueno te presento a mi amiga Alexandra. Dice Agustín
-Hola guapa, encantado de conocerte, me llamo Jesús.
-Hola. Dice ella sonrojada, queriendo huir de esa situación.
-Bueno pues servirle el cubata mientras tanto, que yo voy a servir a la gente, que me están llamando ahora vuelvo. Pórtate bien con ella, vale Jesús. Y tu Alexandra ten cuidado que es muy peligroso.
-No le hagas caso, esta muy loco. Dice Jesús
-Bueno aquí tienes tu cubata. Alexandra se lo da y rápidamente da la vuelta y decide marcharse pero él lo llama otra vez.
-No te vayas, sabes porque he pedido esto, porque creía que la coca cola y tu tenias algo en común, el color. Si creía que tus ojos era marrones como la coca cola, hacia tantos que no los veía, pero me dado cuenta aquí cerca de ti otra vez que son verdes, verdes como la esperanza.
Y por eso he de preguntarte ¿te queda esperanza?
-Esperanza de que.
- Por ejemplo de volver a pasear conmigo, enseñarme la ciudad, volver a ver amaneceres pero de una forma distinta en la playa que es mas bonito. Quieres que esta noche cuando termines volvamos a sentir lo que un día sentimos.
-Como te atreves a decir eso, ahora, cuando el daño esta echo y apartado quieres volver a empezar no señorito, ahora tienes tú tu vida, y yo la mía.
-Si, pero las cosas han cambiado, yo ya no estoy con ella, todo ha terminado, pero si se que estoy frente a ti, y que me siento como aquel niño que fui un día y que te amo. Perdóname.
-Como que todo a terminado entre ella y tu
-Si no hemos divorciado, créeme o si no díselo Agustín, el me conoce bastante bien, es mi primo.
-Y me tienes como según plato.
-Por dios no te tengo como ningún plato, créeme te quiero, y siempre te he querido, me dado cuenta que cometí una estupidez.
-Una gran estupidez, un gran error.
-Si, pero ahora la vida, me ha vuelto a juntar contigo, y vuelvo a sentir lo que hacia mucho sentí por ti, y yo creo que tu también lo sientes.
-Eres un cabrón, pero te quiero, bébete el cubata y a las salida puede ser que nos veamos jajaja.
-Entonces eso es un si. Dice Jesús esperanzado
-Puede. Contesta Alexandra con una sonrisa, mientras que se aleja.


Capitulo 7

No se podía creer lo que estaba viviendo esa noche, ese mismo instante, estaba con él, con el hombre de su vida, al único que había amado en toda su vida.
La vida le estaba dando una segunda oportunidad con él, y ella no lo iba a desaprovechar. Pasearon por los paseos de Barcelona, por la playa… Hubo miles de sonrisas por parte de los dos, miradas de pasión, risas cómplices, y hasta una mano tímida quiso a acariciar la mano de ella, y ella accedió y no la soltó.
-Sabes tienes unas manos preciosas. Dijo Jesús mirándola a los ojos.
-¿Son mas preciosas que mis ojos? Pregunto Alexandra contestando a Jesús
-Bueno eso no hace falta decir, que es lo más bello que hay en ti.
Se rieron los dos, y la pasión en ese momento estaba a punto de estañar, y al final sus labios terminaron uniéndose una vez más. Ella mientras le besaba recordaba su primer beso, ese momento tan mágico que había vivido con él. El piano sonando de fondo, el cantando esa canción que compuso para ella, hasta que el deposito sus labios plantándole un beso a ella.
-Seguro que el anillo ese que perdiste aquel día cuando nos conocimos ahora te sentaría de maravilla en estas manos. Dijo Jesús, para cortar el hielo después de aquel beso.
- Vaya caramba, el anillo, ya ni me acordaba de él. Que cabrón mi hermano, como se la arreglo para juntarnos eh. Que recuerdos de todo, me encantaría volver esa época, ha tener esa inocencia. Dice nostálgicamente Alexandra.
- Ya ves, ahora Santos vive tan feliz con mi hermana, y con sus hijos, y mira tu y yo aquí todavía, sin saber muy bien lo que hacer. Pero no podemos volver, nos toca encontrar nuestro sitio.
-Yo encontré mi sitio una vez, y lo perdí, no porque yo quisiera, por las circunstancia así lo quisieron.
Jesús no sabe decir a lo que acaba de decir Alexandra. Hay un silencio incomodo entre los dos.
-Ahora todo ha terminado, y podremos vivir intensamente todo, si tu quieres. Y se que quieres, tus ojitos me lo dicen, o vas engañar a este viejo, que te enamoro.
-Quizás la pesadilla a terminado, y esto sea un sueño, y puede que sea corto, pero quiero vivirlo y sentirlo. Y como bien te dicen mis ojitos acepto a quererte de nuevo, a darte todo mi amor, aunque nunca he dejado de quererte.
Ella se acerco a él, y le dijo susurrándole al oído:
-Jesús, mira esa estrella pide un deseo. Rápidamente ella le beso apasionadamente.
-A que ese era el deseo. Dijo algo picara Alexandra.
Los dos siguieron su paseo, Alexandra había notado que el no quería hablar para nada del pasado, que había metafóricamente hablando puesto un muro, entre su pasado y su presente.
Así que él desvió el tema hablar de una parte de pasado que si quería hablar, de aquel pasado que vivió con ella, recordando eso felices tiempo, que ella estaba disfrutando recordando en su compañía.

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