Hay que ser optimista, porque después de la tormenta siempre llega la calma

En la vida hay que ser optimista, y hay que vivir el presente como nos venga. Si ayer tuvimos una tormenta, mañana saldrá el sol, porque después de la tormenta siempre vuelve la calma. Para ser felices en esta vida tenemos que tener un equilibro de armonía, si nos suceden cosas malas, luego se tiene que compensar con cosas buenas y así ocurre siempre. No siempre tiene que estar el sol brillando en nuestro camino, también tiene que haber algunas nubes negras al paso, para que aprendamos de los errores, y seamos día a día mas fuertes. En este mundo tiene que haber de todo, y estamos expuesto a que las cosas vayan rectas o se nos tuerzan. No podemos lamentarnos que si las cosas hubieran sido como nosotros queremos que fuesen seria mejor, pues no estamos equivocando, porque si las cosas fueran como nosotros queremos, seriamos infelices y nos equivocaríamos mas de lo que nos equivocamos ahora. En la vida pasan las cosas porque tiene que suceder así, aunque en esos momentos lo lamentemos de porque a sucedido así, que si hubiera sido de otra manera, a lo largo de tiempo lo vemos de otra manera y nos damos cuenta que es mejor que hubieran pasado a si las cosas. Quizás ahora pensamos con claridad por la razón y antes estábamos sumisos  por la fuerza del corazón. Y recuerda no hay mal que dure 100 años y cuerpo que lo aguante.

 Si por ejemplo hemos roto con nuestra pareja, y creemos que nos vamos a poder olvidarla ni vivir sin ella o sin el nos volemos a equivocar; tenemos que mirar para adelante, y luchar por nosotros mismos, se que en eso momentos nos puede mas el dolor, los recuerdos y todo esos momentos que hemos vivido a su lado, pero hay que mirar para el futuro, y en ese futuro cuando sea presente recordar ese pasado sin que nos duela, y aceptar que ocurrió y que fuimos felices durante el tiempo que duro. Porque todo en la vida tiene un principio y un final.. y el final de una historia puede ser el principio de otra.